domingo, 22 de abril de 2012


Violencia

La violencia[] es el tipo de interacción humana que se manifiesta en aquellas conductas o situaciones que, de forma deliberada, provocan, o amenazan con hacerlo, un daño o sometimiento grave (físico, sexual o psicológico) a un individuo o una colectividad;[] o los afectan de tal manera que limitan sus potencialidades presentes o futuras.[]
Se trata de un concepto complejo que admite diversas matizaciones dependiendo del punto de vista desde el que se considere; en este sentido, su aplicación a la realidad depende en ocasiones de apreciaciones subjetivas.
Concepto
El elemento esencial en la violencia es el daño, tanto físico como psicológico. Este puede manifestarse de múltiples maneras (por ejemplo, los estímulos nocivos de los que depende) y asociado, igualmente, a variadas formas de destrucción: lesiones físicas, humillaciones, amenazas, rechazo, etc. Es destacable también el daño (en forma de desconfianza o miedo) sobre el que se construyen las relaciones interpersonales, pues está en el origen de los problemas en las relaciones grupales, bajo formas como la polarización, el resentimiento, el odio, etc., que, a su vez, perjudica las redes sociales y de comunidad.
Otro aspecto de la violencia que hay que tener en cuenta es que no necesariamente se trata de algo consumado y confirmado; la violencia puede manifestarse también como una amenaza sostenida y duradera, causante de daños psicológicos en quienes la padecen y con repercusiones negativas en la sociedad.
En otro orden de cosas, cuando la violencia es la expresión contingente de algún conflicto social puede darse de manera espontánea, sin una planificación previa minuciosa.
La violencia puede además ser justa o injusta; legítima o ilegítima; encubierta o abierta; estructural o individual.
Es un comportamiento deliberado, que provoca, o puede provocar, daños físicos o psicológicos a otros seres, y se asocia, aunque no necesariamente, con la agresión física, ya que también puede ser psicológica, emocional o política, a través de amenazas, ofensas o acciones. Algunas formas de violencia son sancionadas por la ley o por la sociedad, otras son crímenes. Distintas sociedades aplican diversos estándares en cuanto a las formas de violencia que son o no son aceptadas. Por norma general, se considera violenta a la persona irrazonable, que se niega a dialogar y se obstina en actuar pese a quien pese, y caiga quien caiga. Suele ser de carácter dominantemente egoísta, sin ningún ejercicio de la empatía. Todo lo que viola lo razonable es susceptible de ser catalogado como violento si se impone por la fuerza.
Existen varios tipos de violencia, incluyendo el abuso físico, el abuso psíquico y el abuso sexual. Sus causas pueden variar, las cuales dependen de diferentes condiciones, como las situaciones graves e insoportables en la vida del individuo, la falta de responsabilidad por parte de los padres, la presión del grupo al que pertenece el individuo (lo cual es muy común en las escuelas) y el resultado de no poder distinguir entre la realidad y la fantasía, entre otras muchas causas.
La no violencia es una práctica o forma de actuación y una ideología política que consiste en no recurrir a la violencia, ya sea como método de protesta o como respuesta a la violencia. Así, hay personas que no usan la violencia, ya sea porque les resulta física o psíquicamente difícil o imposible, o porque sus creencias religiosas, morales o éticas se lo impiden de manera radical.
Implicaciones
Esta negativa al uso de la violencia no implica necesariamente más consecuencias en la ideología política de quienes la propongan. De hecho, muchas personas no practican personalmente la violencia, pero apoyan opciones políticas o morales que la propugnan o no la excluyen; se da el caso de una gran genocida como Pol Pot, quien afirmó ante un periodista no ser un hombre violento. En este sentido podría decirse que una persona es o no violenta en mayor o menor grado, pero no sólo atendiendo a sus propios actos: habría que valorar también de qué forma presta su apoyo a la violencia en el continuo que va del apoyo expreso e incluso material, pasando por las muchas variantes del consentimiento (necesario, redundante, tácito...) hasta llegar a la negativa expresa e incluso material para así poder hacer la paz.
Precisamente del análisis de estas limitaciones de la no violencia personal surgió la moderna noviolencia, escrita así, como una sola palabra, precisamente porque no es solo la renuncia al uso personal de la violencia, sino una ideología que representa toda una propuesta en positivo para entender los conflictos como momento de la transformación social. Desde una perspectiva noviolenta, los avances históricos de la Humanidad vendrían de su capacidad de evolucionar cooperativamente, dejando la violencia y la exclusión de percibirse como "intrínsecos al ser humano", sino como tendencias promovidas por actores históricos con intereses determinados que ayudan a crear superestructuras como el complejo militar-industrial, que en un círculo vicioso empujarán la misma violencia de la que se alimentan. En este sentido, el quid de la cuestión de la noviolencia es la negativa a la organización para la violencia: contra la creencia convencional, no se pone el acento en la condena a la reacción personal violenta, sino en la preparación para la violencia. El problema de la violencia política sería la organización para la violencia: la creación de ejércitos u organizaciones armadas que absorben tiempo y recursos humanos, cognitivos, reflexivos, políticos, científicos, materiales (que bastarían sobradamente para resolver todas las carencias cuya disputa originó el recurso a la violencia) con consecuencias catastróficas.
La no violencia también tiene relación con la apariencia, se opone a imponer este, proponiendo en su lugar ganárselo. Muchos movimientos llevan consigo el actuar con violencia, mientras que otros lo rechazan.
Mecanismos usados por la no violencia
  • La potencia de los mecanismos tanto voluntarios como condicionados de cohesión social; cómo es toda la sociedad la que da su consentimiento a una realidad social justa o injusta, y cómo por lo tanto su mantenimiento o transformación dependen en gran medida de la interiorización del sistema de valores dominante por la ciudadanía. Esto, a la vez que cuestiona los supuestos básicos de la necesidad de los Cuerpos Armados, ofrece a la gente un poder de actuación que convencionalmente le es negado.
  • La construcción de la figura del enemigo. La noviolencia propugna la distinción entre la persona (poseedora de derechos inalienables) y el personaje (el rol o función social carente de intocabilidad). A la vez que defiende la dignidad de todas las personas en conflicto, defiende el derecho a transgredir las relaciones de subordinación impuestas.
  • La importancia de la inclusión. A partir del rechazo de las jerarquías militarizantes, analiza los mecanismos por los que los individuos son excluidos de la toma de decisiones. Revisa constantemente la legitimidad del ámbito de decisión y cuestiona las consecuencias para el grupo de la exclusión de sus miembros incluso mediante decisiones mayoritarias; replantea el concepto de democracia como una necesidad más compleja que la dinámica de las votaciones.
  • La legitimidad frente a la legalidad. Incluso en regímenes conocidos como democracias formales, la noviolencia defiende el derecho a la disidencia. La prueba de la legitimidad no se basa únicamente en que la finalidad de la propia actuación no es solo el beneficio propio, sino en el carácter noviolento del acto y la asunción de las consecuencias(de la persecución legal o económica al menoscabo de la propia integridad).
La no violencia no consiste en la pasividad ante los problemas, sino que consiste en enfrentarse constantemente a ellos mediante métodos no violentos. Se puede considerar que han existido procesos de transformación social no violenta desde el inicio de la humanidad: cabe señalar muy especialmente las huelgas, aunque también se incluyen formas de actuación política (incluido el voto o la abstención) sin violencia. Por el contrario, la invención de los ejércitos (la preparación para la violencia jerarquizada separada de la sociedad) es muy posterior. Sin embargo, las formas de noviolencia que se reconocen a sí mismas como tales —en nuestro moderno contexto de violencia organizada— afloran, por lo que se refiere a la cultura occidental, a partir del siglo XIX.
Métodos no violentos
La metodología de acción personal y social basada en la «no violencia activa», promueve una actitud social y personal frente a la vida, que tiene como herramientas principales de acción conjunta y conducta personal y social:
  • El rechazo y vacío a las diferentes formas de discriminación y violencia.
  • La no-colaboración con las prácticas violentas.
  • La denuncia de todos los hechos de violencia y discriminación.
  • La desobediencia civil frente a la violencia institucionalizada.
  • La organización y movilización social, voluntaria y solidaria.
  • El apoyo decidido a todo aquello que favorezca la no violencia activa.
  • La superación de las raíces de la violencia en uno mismo, el desarrollo de las virtudes personales y de las mejores y más profundas aspiraciones humanas.
Según esta metodología, la acción por la transformación social no se opone a la acción por la transformación personal. Por el contrario, se las entiende como íntimamente vinculadas proponiendo un accionar simultáneo por superar tanto la violencia social (externa) como la violencia personal (interna). En este sentido, se podrían citar como métodos no violentos los siguientes:
  • La desobediencia civil: Consiste en no cumplir el pago de impuestos o cualquier otra ley que uno considere que es injusta u opresiva. La desobediencia civil que probablemente ha tenido una mayor continuidad y repercusión históricas ha sido siempre la Objeción de conciencia al servicio militar y a otros trabajos obligados por el Estado; se tienen noticias desde la mitología griega hasta todos los estados en que actualmente se mantiene el Servicio Militar Obligatorio, e incluso en ejércitos profesionales en tiempo de guerra. También fue usada por Henry David Thoreau, pensador y escritor anarquista de Massachusetts (EE. UU.), que en 1885 se negó a contribuir con sus impuestos a un estado que apoyaba la esclavitud y escribió al respecto un influyente Ensayo sobre la desobediencia civil que influyó en el pensamiento de León Tolstoy, Gandhi y Martin Luther King. Actualmente, y desde la Guerra del Vietnam, continúa la Objeción Fiscal a los Gastos Militares y la Objeción Científica a la Investigación Militar en buen número de países, incluida España.
  • La huelga de hambre: Se basa, como su nombre indica, en negarse a ingerir alimentos hasta que aquello por lo que actuamos se cumpla, fueron un verdadero quebradero de cabeza para el gobierno Británico, las continuas huelgas de hambre de Gandhi.
  • El boicot a un producto o empresa: Consiste en negarse a comprar un producto o usar el servicio que una empresa nos ofrece, así lo hizo Martin Luther King, que organizó un boicot de 352 días contra la empresa de autobuses de Alabama, bajo el eslogan de "I am a Man" (yo soy un hombre)
  • La manifestación pacífica: Es la más conocida de todas y consiste en congregar públicamente a las personas que estén en contra o a favor de algo o alguien, como hizo Martin Luther King en su "marcha sobre Washington" donde pronunció su discurso "Yo tengo un sueño".
  • El bloqueo: Consiste en la interposición física usando el propio cuerpo (como en las protestas contra los convoys de residuos nucleares en Alemania) o mediante objetos (como en los taponamientos por Greenpeace de vertidos tóxicos); en todo caso evitando daños a las personas, y arriesgando solo la propia integridad.
  • La no colaboración: Consiste en negarse a realizar cualquier acto solicitado por el violento.
Aunque la corriente mayoritaria de nuestra cultura no nos adiestra en estos métodos -y sí en el uso de la coerción violenta- no requieren una preparación mayor, pero si distinta a la que solemos conocer. En cualquier caso, la no-violencia apela al sentido de la coherencia entre fines y medios, y rechaza la acusación de utópica mediante la inversión de la prueba: lo utópico es pretender un mundo sin violencia mediante la violencia.


1 comentario:

  1. Impresionante la información acerca de la violencia, creo que todo el mundo alguna vez paso por algunas de aquellas etapas en diferentes maneras, sin embargo hay que aprender a distinguir cuando somos parte de este acto y poder detenerlo antes de que se convierta en un problema mas grabe.

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